lunes, 31 de diciembre de 2012

Cerrando el año.

Vamos a cerrar el año, o casi, con una cosa excepcional. Siempre es bueno dejar para el final al menos una cosa buena, por la sensación tan dulce que deja en la boca.

Para poner el broche a mi primer año con el Blog (¡madre mía!, ya ha pasado un año), quiero agradecer el último premio que he recibido. Bueno, en realidad es ya de hace algunos días, pero todo tiene su momento en la vida y este es el momento de agradecerlo.

Me ha llegado de manos de Mairló (http://suguscafe.blogspot.com.es/), un "descubrimiento" que me ha llenado de alegría y me ha sorprendido, por la cantidad de cosas que tenemos en común (bueno, yo no soy rubia, pero de lejos, lo parezco un poco). Su sensibilidad y sus fotografías son una combinación perfecta. Es poesía en imágenes.

Este es el premio:


Como muchas cosas en la vida, a cambio tienes que dar un poquito de ti. Esto es lo que debo responder:

- Decir quién te lo ha otorgado: ya lo he dicho, pero lo repito porque merece la pena leerla (y disfrutar de la lectura), http://suguscafe.blogspot.com.es. Mil gracias, Mairló, me gusta y mucho leerte.

- ¿Por qué iniciaste un Blog?: porque explotaba, literalmente, si seguía guardando tooooodas esas cosas que quería contar y expresar y no tenía a quien contárselas. Aunque fuera a mi misma, necesitaba poner las ideas y los pensamientos por escrito.

- ¿Qué color te gusta más?: el azul. De siempre, preferiblemente los matices turquesa. El azul me recuerda al mar y como pez que soy no puedo vivir mucho fuera del agua. Me relaja, me tranquiliza, me motiva, me atrae. A pesar de eso, raramente visto de esas tonalidades.  Si tengo que elegir alguna cosa, siempre me decanto por lo que sea de ese color.

- Postre favorito: Uff, con lo golosa que soy es complicado elegir. Pero mientras que tenga chocolate negro, cuanto más puro, mejor.

- Cuéntame un secretito...: los secretos dejan de serlo cuando se cuentan ¿no?

- Actor o cantante más guapo: Me cuesta elegir, ni que fuera Libra, jejeje. Si tengo que elegir entre George (mi adorado Mr. Clooney) y James Dean..., a guapo no se, no se. 

Y ahora voy a pasar el premio a 15 seguidores (como no tengo tantos, lo paso a alguno de los que sigo): 

1. Mi terapeuta favorita:  http://unaterapeutatemprana.blogspot.com.es
2. El maestro más vocacional que conozco:  http://instantesquesecruzaneneltiempo.blogspot.com.es/
3. Una valiente a la que admiro:  http://lalonelymama.blogspot.com.es/
4. La vitalidad personificada:  http://aventurasdepapas.blogspot.com.es/
5. Una futura doble-mamá:  http://24primaverasmasuna.blogspot.com.es/
6. Alguien con quien me identifico muchísimo:  http://estoesparaunaqueloquiereasi.blogspot.com.es/
7. Simplemente extraordinaria y genial:  http://lamadredemimaridoyyo.blogspot.com.es/
8. Una lección de madurez maternal:  http://mamacontracorriente.com/
9. El último "descubrimiento" de  2012:  http://carolmunt.blogspot.com.es/
10. Una recomendación de los más apropiada:  http://www.comonoserunadramamama.com/
11. Música para el corazón:  http://mimamamecanta.blogspot.com.es/
12. El espíritu positivo, siempre positivo:  http://mimaridomifamiliayotrosanimales.blogspot.com.es/
12 + 1: La visión paterna del asunto:  http://padreenreduccion.blogspot.com.es/
14:  Cariño por triplicado:  http://padresdetrillizas.wordpress.com/
15: Glamour, en imágenes:  http://tartanando.blogspot.com.es/

Pues, con esto damos por cerrado el chiringuito en 2012. Y con sólo dos propósitos para el año nuevo: beber más agua (que bebo muy poca y hay que beber más que es bueno para la piel) y dormir más (que en esto si que tengo mucho, pero que mucho deficit).

¡¡Feliz Año a tod@s!!



domingo, 23 de diciembre de 2012

En el universo paralelo.

A veces me despierto con la sensación de que he vivido un mal sueño, que he estado en el otro lado del espejo y que por fin he despertado. Pero despierto y la realidad supera mis "hit parade" de las pesadillas.

Vivo dos realidades que conviven con la naturalidad extrema de quien está acostumbrado a ese universo desde el inicio de los inicios.

Estoy en estado de anestesia general del alma, prevenida contra las emociones imprevisibles, conteniendo la lágrima emocionada de toda madre en época navideña con hijos en edad escolar.

Por un lado, mi ex-rizos (la peluquera le ha convertido por obra y arte de la tijera en un minihombre en lugar de un dulce angelito travieso de cabellera rizada), ha cantado el "Christmas tree", " in inglis" mientras que su hermana ha bailado el villancico de los colores.


Mi dulce y pequeño punto rojo, en su cole especial, ha sido el contrapunto a esa otra realidad diaria, la realidad del que no es como los demás. Pero la misma alegría, los mismos nervios, la misma ilusión con los preparativos, se han vivido a un lado y otro del abismo.

Los árboles de navidad son igual de bonitos y originales, la música, los bailes, el entusiasmo de los profesores, esas cosas se miden por el mismo baremo, pero los actores son tan distintos en su origen, son tan dispares...

Tengo la sensación de haber viajado a otro planeta, he estado inmersa en otro mundo. En el universo de lo desigual. Da igual cual sea el color que te envuelve, todos tenemos el mismo derecho a disfrutar, a disfrutar de las cosas buenas que la vida nos brinda, de la ilusión de los regalos por venir, de los acontecimientos (buenos, siempre buenos) que nos esperan el año próximo, siempre el próximo.

¡¡ FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO Y FELICES FIESTAS A TOD@S!!

martes, 18 de diciembre de 2012

Políticamente incorrecto.

Hay cosas que no se deben decir nunca (para no herir susceptibilidades) y hay cosas que es mejor no oír para no sufrir en silencio, sintiéndote herida.

No me digas nunca más hijo eso que me dijiste el otro día. "¡Qué bien friegas mamá!", no es un halago hijo, no es ni un entretenimiento ni una diversión para mi. Si lo hago tan bien, según tu personalísima opinión, es porque entre tu hermana y tu, me obligáis a practicar mucho.

No me digas querida madre otra vez más eso de: "¡Qué mala cara tienes, hija. Vaya ojeras!", llevo casi 6 años sin dormir en condiciones, las preocupaciones se han hecho hueco en mi cama y la cama no es que sea muy grande precisamente, así que ya no duermo tan cómoda.

Si quieres seguir siendo de mi grupo de amigos, no me vuelvas a decir: "¿estás embarazada otra vez?", no estoy embarazada, estoy gorda. No me recuperado mi figura después del segundo embarazo. A estas alturas de la película, creo que no la recuperaré en la vida.

Si eres mi santo esposo, no tiene gracia oírte decir: "¡Menudas canas tienes!".  Ya lo se. Tengo espejos en casa y las muy puñeteras tienen querencia a la parte de mi cabeza que siempre veo cuando me peino. Lo veo constantemente, me sobra tu información al respecto.


Y no me digas que llevo una carrera en la media, me acabo de enganchar con el carrito de la compra. Voy perdiendo memoria con la edad, pero no he llegado de momento a olvidarme de algo tan rápido.

No me digas que soy maniática, nací siéndolo y lo tengo asumido. No necesito retroalimentación constante, mis manías y yo formamos piña. Y nos conocemos la una a la otra a la perfección.

Si me quieres, no enumeres constantemente mis defectos. Yo también puedo ser muy realista contigo y parecer crítica, pero solo estaré constatando una verdad (o más de una).

No me gusta tener que oír en conversaciones de otros, comentarios malintencionados sobre terceros que no están presentes. No me hacen gracia las bromas despiadadas sobre otras mujeres, me invade el sentido de la vergüenza, la propia y la ajena.

No te metas con mi edad. Con un poco de suerte nunca podrás superarme en eso. Y dadas las circunstancias, tal y como está el mundo, eso es una ventaja.  

No critiques mi estatura: "¡Que pequeñita!" podía tener gracia oírlo con 4 años. Ahora me siento ofendida. Por dentro soy una gran mujer. Además, en los frascos pequeños se guarda la buena esencia. Y yo estoy muy concentrada.

No pierdas el tiempo haciendo comentarios sobre el color de mi ropa. El negro resulta muy elegante y no, "no vengo de un entierro, mamá", sabes que me gusta vestir así.

Si me tocais mucho las narices, puedo ser muy irreverente. Aviso a navegantes. Desde el cariño, como siempre.



domingo, 16 de diciembre de 2012

El balance.

Cuando se acaba una época es bueno mirar atrás. Y desde hace años, cuando se acerca el día 364 voy preparando el listado de cosas que me han pasado, lo que he vivido, para decidir si el año que está a punto de finalizar, ha sido o no, bueno.

Como cada año se empieza a celebrar y a preparar todo esto antes, me he puesto a pensar ya en ello. A este paso voy a hacer balance en agosto y me voy a dejar muchas cosas en el tintero.

Estoy mirando hacia atrás y este año raro comenzó en enero siendo diferente a pesar de haber más de lo mismo.

Para empezar, me decidí a comenzar este blog, que tantas horas ha robado a mi sueño, pero que me ha servido como pesa de olla a presión antigua; para contar y expresar vivencias que de otra forma hubieran muerto ahogadas por el peso de la silenciosa monotonía.

Me he sorprendido a mi misma tomando decisiones que cambiarán el rumbo de la vida de la gente que hay a mi alrededor, como aleteo de mariposa en Hong Kong que tendrá sus efectos al otro lado del mundo.


En primavera bullía de energía, florecía como los bulbos de mi jardín. Aunque hubo momentos en verano que languidecía, agostada por el aire abrasador.

Ligeros pero constantes cambios de mi imagen y cuidado personal me han ido devolviendo la otra cara de la luna que poseo. Esa imagen del espejo que ahora es más madura, pero a la vez sigue igual de insensata que en la veintena, empieza a gustarme más.

He aprendido a sentirme segura de mi, a ser consciente de mi valía personal y profesional. A no ir acobardada a las reuniones, a demostrar a todo el que quiera una demostración, que se mucho de algunas cosas (aunque no sepa nada de otras tantas). A presentarme ante los demás con el convencimiento de que estoy capacitada para gran parte de las cosas que me propongo.

Y también he aprendido a tener humildad y pedir ayuda.

A confiar hasta límites insospechados y no arrepentirme por ello. Me he reído y he aprendido del mensaje que me han dejado las lágrimas.

He abierto los brazos y he cerrado algunas puertas, sin importarme tener que hacerlo.

He tenido la infinita suerte de tener muchas alegrías, he visto cumplido algún que otro sueño muy deseado. Me he llevado muchas desilusiones, he tenido momentos muy malos, que me van a hacer aún más fuerte.

Este año que acaba no trae propósitos para el año nuevo, bastante será si sigue fluyendo el tiempo. Estoy preparada para sorpresas de todo tipo, aunque el tipo no sea de mi agrado.

En definitiva, me he dado una nueva oportunidad a mi misma. Y si, este ha sido un buen año, aunque aún quedan días para que se acabe y encima puede mejorar aún más.

sábado, 15 de diciembre de 2012

"Jingles" bells.

Igual que el cambio climático es una realidad, hay cosas que se adelantan cada vez más y ya se mezclan unas estaciones con otras. Una de ellas es la decoración navideña de las casas y sus exteriores.

Antes, en casa de mis padres, se ponía el árbol y el espumillón el día del sorteo de la Lotería de Navidad que solía ser el día que tenías que ir ridículamente disfrazada de pastorcilla (de borrega hubiera sido más apropiado) a la función navideña del cole.

Ahora cuando todavía es otoño, o sea en el puente de la Constitución, ya se empiezan a ver a la versión cutre de Papá Noel, versión china en plástico que se decolora con el sol rápidamente, colgado de balcones, ventanas o de terrazas. Tengo un vecino que tiene uno a tamaño natural y de lejos, si eres un poco miope como la que suscribe, te crees que le están entrando a robar en casa.

Su contrapunto son los tres Reyes Magos, trepando en fila por una escala de cuerda. Si señor, si hay que adaptar las tradiciones a las modas de turno, se adaptan y listo.

Pues bien, antes que ningún otro año, ya tengo la casa transformada. Este años mis hijos han colaborado activamente en que hubiera más bolas debajo del sofá que en el árbol, mataría al inventor de la pandereta si le tuviera cerca y si fuera Rudolf, los metía en un trineo y los dejaba en Laponia (sin vuelta), pero ya está desplegada toda la parafernalia de los adornos.

Quien me conoce sabe que la Navidad no me gusta, pero desde que están los niños en casa, trato de ver esta época de otra forma. Ya lo dijo nuestro amigo J.F., que con niños esto es otra cosa.

Aún siendo una verdad incontestable: no me gusta y no puedo fingir otra cosa, cada año voy añadiendo adornos, cada año tengo algo más que me acompañará al año siguiente y los sucesivos. Empecé con angelitos y ya no he podido parar.


Así que el árbol está lleno de suaves y tiernos elementos con alas, de tela. Y como no, de muchas estrellas.


Así que, voy a tratar de disfrutar de este tiempo de sonido de campanas, de dulces navideños, de ilusiones infantiles (y no tan infantiles algunas) y a esperar pacientemente debajo del muérdago.


¡¡Glory, glory, glory!!

martes, 4 de diciembre de 2012

Quod natura non dat, Salmantica non praestat.


Hay quien no da mas de si y que  no puede cambiar su forma de ser, por más que lo intenten.
La gente es como es, se pueden modificar hábitos, se pueden limar defectos. Se puede tratar de controlar lo que se dice o lo que se hace, pero lo salvaje, lo básico de cada uno, termina por aflorar, por mostrar su cara.
Y como diría Don Miguel (de Unamuno), si alguien no está dotado por naturaleza para hacer algo, no va a poder hacerlo por muchos estudios que haga. Eso, al margen de que sales a la carrera de la vida con algunas limitaciones de base y contra eso, es más difícil luchar.
Te esfuerzas, aprendes, te superas día a día, pero no puedes controlar todos los factores. Tu personalidad está forjada con el hierro de la genética. Tus circunstancias personales sumas factores a esa formula de la existencia.
El mismo día a día te impone sus ritmos y te condiciona. Y nadar siempre río arriba, por muy cargado que vaya tu bagaje de cultura, acaba por consumirte.
Nadie es capaz de todo. Nada vale para todo. Ser humilde, reconocer las propias limitaciones también puede ser un buen punto de partida para alcanzar las metas que cada uno puede llegar a alcanzar y que no tienen porque ser para todos iguales.
Hay quien a pesar de que sepa que tiene ciertos mínimos para iniciarse en el mundo, se esfuerza día a día en dar un paso más, de llegar un poco más lejos, de aprender, de tomar todos los medios que tienen a su alcance (ya sea con estudios en la mismísima universidad de Salamanca o más modestamente en el instituto de su barrio), para alcanzar sus propios objetivos.
Hay quien se deja llevar, que no se plantea más que lo que es. Que se conforma, que se acomoda.
Hay quien es como es y no hay nada que lo remedie. Hay quien la naturaleza le impone lo que debería ser y con el esfuerzo de cada día, de la lucha constante y continua, salen adelante, dan un paso más y luego otro hasta llegar muy lejos.
Hay quien tiene todas las facilidades para acceder a una formación de calidad, para tener más ventajas que los demás. Y no lo aprovechan.
Hay quien tiene todas las cartas en la mano para llevar una vida feliz y acomodada y no son conscientes de lo que tienen.
Hay quien no cambia aunque la realidad le de bofetones para que espabile. Hay quien tiene en sus manos la llave de la felicidad (más bien un manojo entero de llaves) y no sabe ni donde está la cerradura.
Hay quien es tonto, desde que se levanta hasta que se acuesta, aunque tenga un título universitario, con marco dorado y todo.