Mi reducido círculo de amistades es conocedor de mi afición a los bóvidos.
Después de años de insistencia, por fin he conseguido hacerme con este ejemplar en forma de tierno y abrazable peluche, imitación en tela y relleno suave, de los del tierno balido.
La amable oferente que me lo ha donado en propiedad, para uso y disfrute personal es desde ese momento la primera en la lista de mis inexistentes oraciones que se resumen en un:
¡¡Gracias maja!!
Mira que tenía yo ganas de traérmela para casa y a fuerza de insistir hasta aburrir he conseguido que me la regale. Así que después de a-ñ-o-s de pedir sin obtener, de esperar sin desesperarme en la espera:
¡Gracias de nuevo!
Es suave, es tierna, es inmensamente blandita.
La veo y me entran ganas de achucharla. Y huele a vainilla...
(después de eso, poco más me queda por decir, salvo que la veo y sonrío, que la abrazo y sonrío, que aspiro su aroma a vainilla y recuerdo...)
Ayyyyyy qué cosita más lindísima y más abrazable por favorrrrrrrr :))
ResponderEliminarGracias. Muchas gracias. Y de la oveja ¿que opinas...
ResponderEliminarJajaja
¡Jajajajaja! Muy bonita también :)
EliminarBesucos.
¿Dónde está el resto del rebaño? Quiero una!!!
ResponderEliminarBesos.
El resto del rebaño están saltando vallas por las noches..., jejeje, para que yo las contabilice.
EliminarBesos.
Que salada...
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Bienvenida Pérfida. Espero que te guste estar por este "universo".
EliminarLa oveja de mi casa es de esas de microondas q da calorcito, ya te la presentare, es también muy achuchable
ResponderEliminarOveja y da calorcito??? la combinación perfecta.
ResponderEliminarBesos guapa.