martes, 18 de diciembre de 2012

Políticamente incorrecto.

Hay cosas que no se deben decir nunca (para no herir susceptibilidades) y hay cosas que es mejor no oír para no sufrir en silencio, sintiéndote herida.

No me digas nunca más hijo eso que me dijiste el otro día. "¡Qué bien friegas mamá!", no es un halago hijo, no es ni un entretenimiento ni una diversión para mi. Si lo hago tan bien, según tu personalísima opinión, es porque entre tu hermana y tu, me obligáis a practicar mucho.

No me digas querida madre otra vez más eso de: "¡Qué mala cara tienes, hija. Vaya ojeras!", llevo casi 6 años sin dormir en condiciones, las preocupaciones se han hecho hueco en mi cama y la cama no es que sea muy grande precisamente, así que ya no duermo tan cómoda.

Si quieres seguir siendo de mi grupo de amigos, no me vuelvas a decir: "¿estás embarazada otra vez?", no estoy embarazada, estoy gorda. No me recuperado mi figura después del segundo embarazo. A estas alturas de la película, creo que no la recuperaré en la vida.

Si eres mi santo esposo, no tiene gracia oírte decir: "¡Menudas canas tienes!".  Ya lo se. Tengo espejos en casa y las muy puñeteras tienen querencia a la parte de mi cabeza que siempre veo cuando me peino. Lo veo constantemente, me sobra tu información al respecto.


Y no me digas que llevo una carrera en la media, me acabo de enganchar con el carrito de la compra. Voy perdiendo memoria con la edad, pero no he llegado de momento a olvidarme de algo tan rápido.

No me digas que soy maniática, nací siéndolo y lo tengo asumido. No necesito retroalimentación constante, mis manías y yo formamos piña. Y nos conocemos la una a la otra a la perfección.

Si me quieres, no enumeres constantemente mis defectos. Yo también puedo ser muy realista contigo y parecer crítica, pero solo estaré constatando una verdad (o más de una).

No me gusta tener que oír en conversaciones de otros, comentarios malintencionados sobre terceros que no están presentes. No me hacen gracia las bromas despiadadas sobre otras mujeres, me invade el sentido de la vergüenza, la propia y la ajena.

No te metas con mi edad. Con un poco de suerte nunca podrás superarme en eso. Y dadas las circunstancias, tal y como está el mundo, eso es una ventaja.  

No critiques mi estatura: "¡Que pequeñita!" podía tener gracia oírlo con 4 años. Ahora me siento ofendida. Por dentro soy una gran mujer. Además, en los frascos pequeños se guarda la buena esencia. Y yo estoy muy concentrada.

No pierdas el tiempo haciendo comentarios sobre el color de mi ropa. El negro resulta muy elegante y no, "no vengo de un entierro, mamá", sabes que me gusta vestir así.

Si me tocais mucho las narices, puedo ser muy irreverente. Aviso a navegantes. Desde el cariño, como siempre.



10 comentarios:

  1. ¡Genial! Desde el cariño, siempre he pensado (incluso creo que te lo he dicho alguna vez) que a ti siempre de amiga y no de enemiga.
    La familia de mi madre es toda bajita y si, son de armas tomar, además me fascinan los piscis (y si, tú eres de manual) y voy a tener una chica piscis, si Dios quiere, así que voy a decir, eres una gran mujer por fuera y por dentro, la estatura es sólo una medida como la idiotez del percentil (o como se diga) y para mi lo importante es la estatura del alma y en eso te sales de los estándares.

    Un beso, amiga, Jajajajaja

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    1. Gracias, nena. Si, es verdad que llevas muchos años diciendo que es mejor tenerme de amiga que de enemiga.
      Gracias por los elogios, con lo sensible que estoy últimamente me has hecho saltar las lágrimas.
      Un beso, por encima de la media.

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  2. Pues chica, yo me quitaba 15 centímetros para ir todo el día con cuñas, y mira, el día que yo me pongo un tacón parezco un travesti, así que cada una con su Sanbenito, jajajaja. Un besete

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    1. Si es que... por exceso o por defecto no estamos contentas con nada ¿eh?.
      Otro besete para ti, a compartir con la rubia.

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  3. Todo envidia nena, que de ti sólo se pueden decir cosas bonitas. Eres preciosa, por dentro y por fuera y todos deberíamos aprender de ti.
    Un beso.

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    1. Mil gracias, guapa. Eres un cielo. Cuando empecemos a hablar de las cosas buenas de ti, nos vamos a quedar sin saliva.
      Un super-beso.

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  4. Esta misma tarde he tenido el mejor comentario "políticamente incorrecto" de mi hija. Cuando estaba intentando sacar el coche de donde lo había conseguido aparcar (ella en el asiento de atrás, en su sillita) me ha soltado: "¿no sabes hacerlo, mamá?".
    "SIIII, lo estoy haciendo, hija", la he espetado mientras hacía 1027 maniobras para no dar ni al de delante, ni al de detrás, ambos muy pegados al mio.
    "Pues estas tardando", ha apostillado sin piedad, con cara de inocente muñequita en miniatura.
    Porque "La Pitu" es mucha Pitu, que si no...

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    1. ¡Cómo es esta pitu!¡qué personalidad y qué carácter! ¿ A quién se parecerá? Jajaja

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    2. Según todo el mundo, se parece mucho a su madre, en lo físico y hasta en la mala milk.
      Besos.

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