viernes, 21 de septiembre de 2012

Como ser un ángel (Manual del amigo/a perfecto/a).

Siempre he sentido más afinidad con el género masculino y mis mejores amigos han sido hombres o proyectos de ello.

En el cole, las niñas me parecían una panda de cursis y me resultaba más divertido jugar tirada en el suelo a las canicas y las chapas, con los niños del barrio, con mis pantalones y mi pelo corto, en lugar de vestidos de flores rosas y tranzas rematadas por lazos.

En el instituto, me apunté al campeonato de ajedrez y fui la única fémina, porque las conversaciones eran más entretenidas que hablar de ídolos musicales masculinos con mis compañeras de clase.

En la facultad tuve pocas amigas, pero si varios amigos con los que debatía sobre lo divino y lo humano y sobre el sexo de los ángeles.

En mi trabajo actual, la plantilla del departamento donde estoy es 100% femenina, así que hablo muy poco y echo mucho de menos a mi ex-compañero, que para mi desgracia cambió de departamento.

Hay gente que piensa que un hombre y una mujer no pueden ser amigos, porque siempre hay atracción física entre medias que lo complica todo, pero yo considero que son los que mejor te pueden aconsejar de verdad  si lo que llevas puesto te sienta bien o mal, sin herir ni ser despiadados, ni cínicos. Los buenos amigos (o amigas), son los que se van contigo de compras, te miran con ojos críticos y llenos de cariño te dicen que esos pantalones que te quieres comprar te quedan horrorosos y te aconsejan que pruebes con una falda.

Los amigos de verdad, te esperan a que salgas de la peluquería, te miran de frente, te miran de perfil y te dicen que te queda muy bien ese corte de pelo, que te favorece con las facciones de tu cara o que la próxima vez no te dejes dar mechas tan rubias.

Un amigo-a es el-la que te "regaña" sin levantar el tono de voz, te pone los puntos sobre las "ies" si te estás pasando, si estas siendo injusta con tus juicios salomónicos y cuando has terminado de desahogar tu mal humor, te dice (en sentido figurado): "y ahora cállate ya, que me vas a oír..." y te da el razonamiento justo, ese que tu piensas desde hace un montón, pero que no te has atrevido nunca a poner en palabras...

El amigo perfecto (o amiga), te aconseja cuando cree que te estás equivocando, pero no te juzga cuando claramente ya te has equivocado de camino. 

La amiga, la de verdad, deja su hombro a tu disposición indefinidamente, para cuando necesites apoyarte en el. La que se alegra casi más que tu cuando tienes que contarle una buena noticia, aunque sea sobre una nimiedad.

Es el que espera a que hayas cometido el error que querías cometer y no te para los pies antes, porque sabe que vas tan ciega, que nada te hará parar. Y una vez que vuelves llorando después del golpe, te seca las lágrimas para que vuelvas a ver bien lo que tienes delante y luego te regaña como una madre, con firmeza, pero con dulzura.

El que se muerde la lengua, cuando lo que le pide el cuerpo es completamente lo contrario. Pero no por eso deja de hablarte.

Es el/la que te escucha sin cansarse, el que no te interrumpe aunque se aburra de oír siempre lo mismo. El que sólo con el tono de voz ya sabe si estás bien o no, si te domina el cabreo, que sabe si estás contenta o te duele el alma de tanto aburrimiento.

El que te mira a los ojos y ve mucho más allá del cansancio o la falta de sueño.

La amiga perfecta, es ese ángel que lleva años de amistad, a pesar de haberla dejado sola en el pasado, para salir corriendo detrás de un chico que tu pensaste que era el perfecto aderezo a tu vida. La que hablas con ella con menos frecuencia de la que te gustaría, pero que en cuanto suena el teléfono y oyes su voz, sabes que sigue siendo tu amiga, incondicional. La que te quiere y te apoya, infinitamente. La que tiene una caja de pañuelos esperándote para cuando los necesites. La que ríe con tus payasadas. La que rebate tus argumentos absurdos, pero respeta totalmente tus opiniones. La que nunca te falla, aunque estés de un ánimo insoportable.
La que te vuelve a llamar una vez más, para asegurarse de que realmente estás mejor de ánimo que cuando colgó el teléfono, sabiendo que tu ánimo estaba mal en ese momento.


La amiga o el amigo perfecto es el que permanece a tu lado pase lo que pase, seas como seas, una auténtica bruja o un ente desamparado y necesitado de amistad, pero de la buena. Esos son los verdaderos ángeles, arcángeles, principados, poderes, virtudes, dominios, tronos, querubines y serafines, todo en uno.
Todo el cielo condensado en ser (humano).

5 comentarios:

  1. Siempre he dicho que eras una ángel con forma humana. Hoy vuelvo a corroborarlo una vez más.
    Un abrazo saladito de lágrimas.

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  2. Que va, que va, hay muchísima gente que se merece ese título mucho más que yo.
    Besos, pero son llorar ¿eh?

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  3. Creo que una de las cosas más difíciles es la amistad, pero es que has puesto el listón muy alto con este blog. A pesar de mi carácter extrovertido me cuesta hacer amigos porque me gusta dedicarles tiempo y eso escasea. Aunque hay amigos como dices tú con los que no hablas hace mucho o no los ves, pero ahí esta como siempre cuando empiezas de nuevo.

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  4. A pesar de la falta de tiempo, los amigos siguen ahí. Ayer leí una cosa al respecto que me gustó mucho: "los amigos son como las estrella: no siempre los ves pero siempre están ahí"
    ¡cuanta razón!
    Un beso.

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  5. No cabe duda de que esa frase es totalmente cierta, me recuerda a una amiga muy enferma que tengo, que, a veces, nos estamos meses sin hablar, sobre todo porque cuando se encuentra muy mal no quiere hablar con nadie. Llamas y no se pone o simplemente no esta, no responde en mucho tiempo, un día de repente, recibes un mensaje o una llamada diciendo "sigo aquí y me acuerdo de ti" y tu sonríes y le contestas como siempre "te envió toda mi energía y mi fuerza todos los días (que tengo la suerte de tener mucha) y estoy cuando tu quieras/puedas", no hay nada más que decir

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