viernes, 14 de septiembre de 2012

El invento Lumière.

Este verano nos hemos decidido y nos hemos lanzado a una pequeña aventura con los niños. Decidimos, perdón decidí (para variar), que ya era momento de que los niños experimentaran la experiencia del cine.

La idea de llevar al cine a una niña con ceguera cortical, afiliada a la O.N.C.E., puede parecer un poco descabellada, pero somos unos padres bastante "inconscientes" y sus limitaciones nos parecen relativas, o sea, que nos planteamos siempre que hay que probar todo tipo de experiencias con ella, porque ya nos ha dado varias agradables sorpresas. A veces creo que tratarla con la mayor naturalidad posible, fijándonos más en lo que si puede hacer que en lo que creemos que no puede, la ayuda a superarse cada día y egoistamente, a nosotros nos aporta cierta normalidad en nuestra vida como padres.

El plan era sencillo: después de su siesta, les dábamos la merienda y nos los llevábamos al cine. Ja-Ja-Ja. Para empezar, ya salimos con una hora de retraso sobre el horario previsto. A la mierda nuestra planificación horaria. Ja-Ja-Ja.

Como el calor era bastante insoportable, el viajecito al centro comercial donde estaba el cine fue la recreación del infierno de Dante, sobre la tierra de la meseta castellana. ¿A quien se le ocurre salir de casa con ese calor? Con 40º de agosto y a las 5 de la tarde. A nosotros (y no fuimos los únicos) ¿qué pasa?

Una vez que llegamos, otra alegría: la sesión no era a las 17.00, era a las 18.15. De nuevo exclamé para mis adentros: ¡¡A la mierda nuestra planificación horaria!!. Ja-Ja-Ja.

Con los nervios a flor de tormenta de verano, me busqué una excusa tonta y dejé a mis hijos y al padre de los subsodichos unos 20 minutos solos, tiempo más que suficiente para dedicarme a uno de mis otros vicios inconfesables: los zapatos. Si, se que no tengo vergüenza (ni la conozco), pero dejé a los tres solos, le di aire a la tarjeta de crédito y me compré unos zapatos monísimos y de REBAJAS, una auténtica ganga. Unas sandalias negras que me hacen cosquillas en los pies al andar, cosa que me encanta.

Todavía me sobró tiempo para dejarlos en el maletero del coche (los zapatos, por favor, que nadie piense mal de mi) y que los niños pasaran por el baño antes de entrar al cine.

Vale, la cara de mi hijo en la sala era de asombro y la de mi hija, de acojone. Al fin y al cabo era su primera experiencia con el invento de marras de los "fratelli" L.


Vale, que me partía de risa viendo como se hundían sus culetes en los cómodos sillones plegables de la sala, pero es que estaban taaaaan bonitos. Con esas miradas de asombro. Tan dulces, con esa inocencia de la primera vez reflejada en sus caras...

Cuando se apagaron las luces, mi niña empezó a asustarse un poco, mientras que mi pequeño se empezó a maravillar con la experiencia del celuloide. Se quedó atrapado y practicamente ni pestañeo durante toda la peli. Me gustó ver sus expresiones, su emoción. Es bonito no perderse esas primeras veces de tus hijos, porque son únicas.

Otra cosa fue la "Pitu", que cuando el sonido aumentaba de volumen, se asustaba y quería escapar. A su pobre padre (ese santo), le tocó salir 2-3 veces con ella, para que se tranquilizara (como tiene "papitis"..., conmigo no quería nada), quería estar con su padre y sentirse protegida por el. Menos mal que pedimos la fila 1, para que pudiera gatear sin peligro de caerse por las escaleras, a sus anchas, sin molestar al resto del público y poder tener espacio para explorar y moverse.

A pesar de todo, me sorprendió lo razonablemente bien que se portaron, dadas sus circunstancias. Como experiencia tuvo su gracia. También pensamos que sería bueno para el niño hacer algo que hacen los niños de su edad, aunque su hermana no disfrutara de la misma manera. Ya bastante condicionada tiene su existencia, por el hecho de tener la hermana tan especial que tiene. No está creciendo con una hermana en las mismas condiciones de normalidad en el desarrollo, como puede sucederle a otros niños.

El crece con alguien a su lado, con una compañera de juegos, que no evoluciona al ritmo que lo hace él y no podemos (ni debemos a mi entender) limitarle las experiencias de las que pueda disfrutar porque su hermana no pueda hacer lo mismo.

Y de "Brave" ("Indomable"), la película de Pixar que fuimos a ver. ¿Que voy a opinar yo? Me gusto y me gustó el corto previo "La luna" (realmente bello). Me sentí totalmente identificada con el espíritu de la pelirroja de largos rizos, de voluntad férrea, peleona y difícil de "domar".

¡Pedazo princesa!

12 comentarios:

  1. Una gran experiencia para todos

    Un abrazo

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    1. Pues si, Pilar. Para nosotros como padres fue divertido ver sus caras, sus reacciones y ellos se lo pasaron bien. Además hacer cosas diferentes en familia, tiene su gracia.
      ¡¡Bienvenida a mi blog!!

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  2. Creo que una decisión acertada, una tarde diferente y nueva. Un beso

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    1. Tratamos de hacer en la medida de lo posible lo que hacen el resto de las familias, pero adaptándonos a las necesidades de cada uno de los dos.
      En el fondo lo que nos importa es que disfruten y crezcan felices, como al resto de los padres.
      Besos y gracias por pasarte por mi blog.

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  3. Yo hice una asignatura de cine en la universidad y el profesor nos explicó que él había conocido a una critica de cine que era ciega y que -aún con esa limitación- era una mujer muy perspicaz que hacía unos análisis fílmicos maravillosos.

    El cine es maravilloso y compartirlo por primera vez debe ser una maravilla. En cuanto el mío sea un poco más grande me lo llevo.

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    1. Con los niños no sabes a veces muy bien cuando están preparados para "probar" cosas nuevas.
      Con el cine, cuando veas que el tuyo se queda embobado con la tele más de media hora, empieza a estar preparado, jejeje.
      Ya verás como te gusta la experiencia, te lo vas a pasar tu mejor que el, seguro.
      Un beso.

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  4. Qué guay! Fuimos el otro día con Nora y flipó, le encantó. No sabía lo de tu pitufa, tengo un caso cerquita y siempre pregunto qué técnicas tiene ella (la mami) para estimular, me parece genial quitar fronteras y hacer una vida normal, seguro que cuando sea un poco mayor disfruta muchísimo y el hermano también, claro. Un besete. A mí me pareció la mejor princesa que ha salido hasta ahora, me encantó.

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    1. Me alegra que a Nora también le gustara. Y la peli está muy bien, no es la típica princesa perfecta, es peleona, contestona..., se parece mucho en carácter a mi niña, jejeje.

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  5. Creo que tu eres la Reina luchadora, mantienes una actitud positiva, porque a veces protectoramente, las barreras las ponemos nosotros/as los padres.
    Yo antes del cine, llevé a mi hija con dos añitos al teatro infantil, "cuchufleta, un payaso de peseta y Ricitos de oro" jajaja, increíble la experiencia, su cara era un poema, sostenía el libreto como una señorita y no se perdió un detalle, ahora que nosotros nos lo pasamos pipa también, risas a gogo.

    Besos y risas.

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    1. Si es que en el fondo, nosotros somos unos niños y nos lo pasamos mejor que ellos.
      Mi niño se quedó hipnotizado, "abducido" como dice su padre, es que ni pestañeaba.
      Besos y risas también para ti.

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  6. Bueno, ¡qué voy a decir del cine!, yo lo disfruto con la vista, el oido y, por supuesto, el corazón. Probablemente se difrute a veces más con la música, el guion, que con la propia imagen, así que veo que esa experiencia puede ser, más adelante, una de las mejores para la "pitu". Porque, al final, lo que queda son las emociones durante la experiencia, y en eso, ella nos lleva ventaja.

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  7. Para ser la primera vez no estuvo mal, pero a ella se le hizo largo. Al rizos, no, que es como su padre, hipnotizado y sin pestañear. A ver si pronto repetimos experiencia ¿te apuntas? ya se que siiiiii.
    Besos guapa.

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