jueves, 26 de enero de 2012

El Día de la Marmota.

Así definía su existencia, la mamá del "medio-pollo", como ella misma denominaba a su hijo, un  peque vecino de incubadora de la "Pitu".

Decía que desde que había llegado su niño, su vida era igual todos los días, con independencia de que fuera martes, domingo o jueves.

En "Atrapado en el tiempo" Bill Murray se encontraba sin quererlo en Punxstawnwey (Pennsylvania), reviviendo una y otra vez el dichoso día. Y la verdad, es que llevo unas semanas que creo que vivo lo mismo una y otra vez.


Os cuento: 06.02 a.m., suena la alarma del móvil que ejerce de despertador. Lo apago y pienso que necesito dormir o 3 horas o al menos 5 minutos más. 06.07 a.m., vuelve a sonar. Lo apago y me levanto. Aseo, vestido, desayuno.


Abro el garaje, meto la llave en el contacto y arranco con dirección a destino, tic-tic-tic, intermitente y a la izquierda (50 km. lejos de casa, sorteando inútiles al volante), hoy tengo suerte, voy con copiloto y el trayecto se hace muy agradable a pesar del sueño. 07.35 a.m. (minuto arriba o abajo, según sea el atasco), llegada al trabajo.


Trabajo, trabajo, reunión (uff, ¿no se había aplazado?, pues no y llegas tarde ¡¡mal, muy mal!!). Más trabajo. 11.11. Suena el teléfono (menos mal, una llamada que no es de trabajo, un oasis en mi desierto mental entre el cristal que habito). Vuelve a sonar el teléfono y esta vez es laboral, más trabajo.


Hora de salir, a correr para deshacer el camino, otros 50 km., pero estos me acercan a los que quiero. Recojo al "tete". Merienda. Vamos a esperar a que llegue la "Pitu" de la ruta. Llega. Cantamos nuestro "cumple-día-feliz" diario. Aplausos. Entramos en casa. Meriendas. Hablamos con los abuelitos. Cambios de pañal y de ropa, sesión de pintar corazones.


Jugar. Risas. ¡A pensar!. Tareas de casa. Preparar la cena. Preparar mochilas y ropa para el día siguiente. Cenas ¡¡qué batalla, todo está manchado de puré!!. Más corazones. Baños. Pijamas. Ahora toca el cuento. Biberón para el "tete" y que resista toda la noche o al menos hasta las 07.00. Besos. Muchos besos. A dormir.


¡Por fin!, ya duermen. Cena. 22.22 (medio minuto de oasis). No puedo más. no soy capaz de mantener los ojos abiertos. Necesito dormir...


Dentro de un rato volverán a ser las 06.02 a.m. y vuelta a empezar. Y así. con mínimas variaciones son mis "Días de la Marmota", desde hacer dos años.


Y encima no me parezco a Andie MacDowell.

1 comentario:

  1. Y lo más increíble es la sonrisa y el amor con que lo haces todo!!! Claro que no te pareces, tú eres muchísimo más GUAPA!!!Un besito.

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