martes, 19 de junio de 2012

Antes de que amanezca.

Si, así empiezan muchos de mis días. Abro los ojos y aún es de noche, me cuesta volver a dormir, conciliar mi vida con mis sueños.

Cierro los ojos, aún falta un rato para volver a la realidad. Quedan unos minutos para mantener liberada a mi imaginación. Encima sólo están las estrellas, sólo ellas. Ahora hay una que brilla con más fuerza que las otras.


Cierro los ojos, noto la tibieza de un cuerpo a mi lado. Mi hija ha vuelto a invadir mi cama, mi refugio, mi espacio. La miro, la beso dulcemente. Acaricio su pelo y cierro de nuevo los ojos.

Suspiro y trato de forzar a mi cabeza para que deje de nuevo sitio al corazón. Necesito unos minutos para repasar de nuevo, una vez más, los últimos acontecimientos. Me recreo en cada detalle bello, lo necesito, tanto como el aire que respiro.

Necesito revivir esa dulzura para mantener intactas las fuerzas. Hay muchas cosas buenas, muy buenas por las que merece la pena seguir intentándolo.


Me doy media vuelta, me acurruco un poco para no sentir frío. Otro suspiro y trato de volver a llamar al sueño y a mis ensueños.

Necesito realidades, cuando la oscuridad deje paso al día a día. Y estos siempre me traen algo bueno. A veces son palabras, a veces son besos pequeños, de mis pequeños amores.

Suenan unos pasos, suaves, de mi otro pequeño. Me pide que le haga un hueco y yo cedo, siempre cedo. Y se une al resto. Ya no queda sitio en la cama. Le abrazo y me lo agradece con un beso. Me acaricia la cara y yo me dejo querer. Se vuelve a su cama y yo le sigo con la mirada, en silencio.

Fuera, una estrella fugaz atraviesa el cielo.




Me concentro y pido en secreto un deseo, siempre repetido el mismo. Y sólo deseo que al menos, se hagan realidad algunos de mis sueños.

Pasan los minutos, suena el mundo, me llama a sus filas la existencia. Me levanto, los miro mientras duermen. Suspiro mientras me alejo. Hoy también mi voz irá cantando en mudo silencio.

El día se abre paso, su ritmo me aleja de mis anhelos. Vivimos demasiado rápido. Vivimos casi sin tiempo. Pero se que de nuevo, antes de que amanezca tendré solo para mi, mi tiempo.

2 comentarios:

  1. Me alegra que te guste y sea capaz de transmitir calma, en algunas ocasiones.
    Un beso bonito.

    ResponderEliminar