Así está mi niña hoy, no se si influenciada por la luna creciente...
... o porque está incubando algún virus veraniego y en breve caerá víctima de la tos y unas décimas, o todo será producto de sus típicas laringitis.
El caso es que se acerca a mi con cara de gatita, me ronronea melosa y me tiende sus brazos y me implora con sus ojos bañados en lágrimas a la rodee con los mios, que la acaricie. Y yo me rindo, como no puede ser de otra forma, no puedo evitar rendirme ante ella, mínima de talla, enorme en mi corazón. Y me preocupo, quizás sin fundamento, pensando que algo raro la pasa.
Son el origen de muchos de mis desvelos, literal y figuradamente, pero también son la fontana de mis alegrías, alegrías de madre orgullosa, orgullosa de que el de los rizos ya duerme por las noches sin pañal y sin inundar la cama.
Me llena de satisfacción y orgullo, como diría el de los elefantes, que sean cada vez más autónomos, si, cada vez son más autónomos los dos. Y disfruto como madre primeriza que ahora soy en infinidad de cosas, sorprendida de lo mucho que hablan, de lo bien que se expresan y de las cosas que me cuentan, como si fueran seres de otro planeta y no fuera su evolución, lo más normal del mundo.
Me embeleso viéndoles chapotear en el agua, compartir juegos y venir a la carrera (cada uno con su estilo propio) para abalanzarse sobre mi y comerme a besos.
Y entonces me pongo como mi niña, toda yo, se me salta la lagrimita de verlos ir creciendo y agradezco sus abrazos, que son los únicos que tengo. Y ahora más que nunca, los miro pensativa, porque estos últimos días estoy demasiado influenciada por la luna creciente o estoy incubando algún virus veraniego.
Tan sencillo y tan hermoso a la vez...
ResponderEliminarEsto de estar tanto bajo el influjo de la luna a veces es un poco rollo, ehhh...
Un abrazo.
Las de signo de agua es lo que tenemos, en casa que somos 2 cangrejitos, un pez y una balanza, imagínate como vamos cuando cambian las fases lunares, todo emoción y sentimiento.
ResponderEliminarBesos.